I Puritani: Opera Actual
El montaje es el que Emilio Sagi firmó para los teatros Municipal de Santiago de Chile y Real de Madrid. Una puesta en escena sobria y elegante –con soberbio vestuario de raíz historicista de Ojanguren y una sucinta y muy efectiva escenografía de Daniel Bianco– en la que la historia se narra sobre un fondo abstracto, atemporal, que la hace ganar y mucho en su veta más poética. Sagi apuesta por una dramaturgia basada en el detalle, en el trazo sutil, y que busca que la magia que aletea en la música de Bellini se mantenga intacta de principio a fin, en una luminosidad crepuscular y melancólica, muy norteña.
Contó con buenos cómplices el director de escena asturiano, tanto desde el foso como en el elenco. Iván López-Reynoso, director principal invitado de Oviedo Filarmonía, consiguió sacar todo el potencial de la partitura pese a la escasez de efectivos orquestales, mermada la formación por las medidas de distanciamiento. Atentísimo a los cantantes, al servicio de su potencial, no por ello descuidó un discurso musical que tuvo su punto fuerte en un diseño de conjunto con nervio y garra dramática.